Dormir en el desierto de Wadi Rum con niños: una noche mágica entre estrellas y arena roja

Dormir en el desierto de Wadi Rum con niños suena a locura… hasta que lo vives. Porque lo que empieza con dudas (“¿y si hace mucho frío?”, “¿y si no duerme?”, “¿y si hay bichos gigantes?”) acaba convirtiéndose en uno de los recuerdos más mágicos del viaje. Pero antes de llegar a las estrellas, toca organizar bien el camino.

Alojamiento desierto Wadi Rum
Alojamiento en el desierto de Wadi Rum

Nuestro recorrido por Jordania con coche de alquiler

Lo primero que hicimos despúes de pasar 2 noches en Ammán fue alquilar un coche. Si hay algo que recomendamos para viajar por Jordania en familia, es moverse a tu ritmo. Elegimos la compañía Montecarlo Rent a car, que tiene dos oficinas: una en el aeropuerto y otra en la ciudad. Nosotros recogimos el coche en esta última.

El precio fue de 💵550 euros por 8 días, con depósito lleno, wifi incluido, traslado en coche hasta la oficina y seguro a todo riesgo. Todo fue rápido y sin sorpresas. El wifi portátil nos vino genial para usar el GPS sin problemas durante todo nuestro recorrido por Jordania.

Para nuestra hija usamos un alzador de la marca Trunqui Travels, que ya habíamos usado en otros viajes. Es una mochila que también funciona como asiento para coche, probada bajo la norma F44.04 para los grupos 2 y 3 (niños entre 15 y 36 kilos), y certificada según la normativa de seguridad de la Unión Europea. Además, tiene capacidad para unos 8 litros, ideal para guardar juguetes o snacks. En 2022, cuando hicimos este viaje, estaba homologado y era apto para usar. Ahora mismo habría que revisar si sigue siéndolo, pero en su momento fue una gran solución práctica y ligera para viajar con peques.

Las carreteras están en muy buen estado, bien asfaltadas, bien señalizadas y conducir nos pareció bastante fácil. Nos pararon dos veces en controles, pero tras enseñar la documentación, seguimos sin problema.

Nuestro itinerario fue: Ammán – Mar Muerto – Wadi Musa (Petra) – Wadi Rum – Ammán (aeropuerto). Un circuito circular muy cómodo que nos permitió ver lo esencial del país sin agobios. Aunque nos quedó pendiente la zona Áqaba pero entonces no buceábamos todavía, así que ya tenemos excusa para volver.

‼️Importante: en Jordania es obligatorio tener el permiso internacional de conducir. Se tramita en la Jefatura de Tráfico, con cita previa, foto de carnet y un pago de 10 euros. Rápido y fácil. Incluso se puede hacer online y pasar a recogerlo pero recuerda llevar fotos de carnet.

Un consejo útil: antes de salir con el coche, revisamos muy bien las ruedas. Habíamos leído que los pinchazos son habituales y, de hecho, en el aeropuerto coincidimos con varios viajeros que venían de pinchar hasta tres veces. Nosotros no tuvimos ningún problema, pero íbamos con el oído afilado y salimos con margen el último día, por si acaso.

Oficina coche alquiler Jordania
Oficina coche de alquiler Monte Carlo, Jordania

Llegar a Wadi Rum con niños

Después de desayunar y llenar el depósito en Wadi Musa (38 dinares jordanos, unos 54 euros), pusimos rumbo al desierto. Dejamos el coche en el centro de visitantes de Wadi Rum, donde nos recogieron en un 4×4 del campamento. A partir de ahí, carretera y manta… pero sin carretera.

Nos alojamos en el Wadi Rum Dream Camp, un campamento sencillo pero acogedor, rodeado de montañas rojizas y silencio absoluto. Reservamos dos noches en media pensión para dos adultos y una niña por 113 dinares (146 euros en total). Teníamos una habitación con baño compartido, pero al llegar el dueño nos hizo un upgrade gratuito a una habitación con baño privado. Todo un detalle.

En el campamento también había las típicas burbujas panorámicas —esas de “mil estrellas y una hipoteca”—, pero se nos salían bastante del presupuesto. Nuestra tienda era cómoda, limpia y perfecta para lo que queríamos: dormir tranquilos y vivir la experiencia beduina sin lujos innecesarios.

Alojamiento desierto Wadi Rum
Habitación en el desierto de Wadi Rum

Compartir el desierto con los beduinos

La estancia en el campamento fue increíble. Compartir el desierto con los beduinos, charlar con ellos junto al fuego, escuchar sus historias… Es de esas cosas que no se olvidan. Además, coincidimos con otras familias con niños, así que nuestra hija no solo estaba encantada, sino en su salsa.

La cena fue un espectáculo en sí misma. Cocinan bajo tierra, cubriendo la comida con arena caliente del desierto. Cuando lo destapan parece una ceremonia. Todo estaba riquísimo, y la variedad sorprende: carne, verduras, arroz, ensaladas. Nada picante, todo casero, y más que suficiente para repetir. Lo mejor: ver a los niños alucinados con la “cocina mágica” del desierto.

Y luego está el cielo nocturno. Apagas la linterna y ahí está: un planetario natural sobre tu cabeza. Silencio, estrellas y una sensación de paz difícil de describir.

Cena desierto Wadi Rum
Cena bajo la arena del desierto de Wadi Rum

Excursión por el desierto: aventura en familia

Al día siguiente hicimos una excursión por el desierto. La contratamos directamente en el campamento:💵 65 dinares jordanos (unos 83 euros) con comida incluida, y duró unas 4 horas.

Fuimos en una especie de pick-up con bancos detrás, al aire libre, ideal para ir con peques que disfrutan del aire y el meneo. Importante llevar algo para cubrirse del sol y del viento. La ruta fue muy completa:

– Vimos unas inscripciones milenarias en las rocas
– Vimos formaciones surrealistas como el Mushroom Rock y un pequeño puente natural Um Fruth Rock Bridge
– Nos pintaron la cara con arena rojiza, a nuestra hija esta parte de la excursión le encantó
– Tuvimos parada en una jaima con música y té, donde nos animaron a tocar el instrumento
– Y lo mejor: una comida cocinada allí mismo, en mitad del desierto, con vistas de otro planeta

Después de comer, toboganes naturales de arena incluidos. Literalmente nos tiramos por las dunas rodando como croquetas felices. Esas cosas que no salen en los folletos, pero que se quedan en la memoria para siempre.

Mushroom Rock
Mushroom Rock en el desierto de Wadi Rum

¿Dormir en el desierto de Wadi Rum con niños? ¡Ni te lo pienses!

Fue nuestra primera vez en un desierto. Noa tenía solo 3 años y, como cualquier familia viajera primeriza, íbamos con mil dudas. ¿Dormirá bien? ¿Hará frío? ¿Y si no le gusta la comida? ¿Será seguro? Pues la respuesta fue un sí rotundo a lo que importa: sí dormimos, sí disfrutamos y sí repetiríamos sin dudarlo.

En un principio teníamos pensado hacer una noche en Wadi Rum y otra en Áqaba para hacer algo de snorkel, pero al final decidimos que no merecía la pena ir corriendo. Nos quedamos dos noches en el desierto y fue todo un acierto. Estar tranquilos, sin prisas, viviendo el ritmo del desierto y disfrutando de la experiencia con calma fue lo mejor que pudimos hacer.

Wadi Rum es un lugar que te deja sin palabras. El silencio, los colores, las estrellas, la sensación de estar en otro planeta…

No lo pienses demasiado: si tienes ocasión de incluir una noche (o dos) en el desierto durante tu viaje por Jordania, hazlo. No importa la edad de los niños si estás bien preparado. Dormir bajo el cielo estrellado, compartir historias con los beduinos, rodar por las dunas y ver cómo tus hijos descubren otro mundo… eso no se olvida nunca.

Para nosotros, fue uno de los grandes momentos del viaje.

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